sombra

te veo ante mí y me pareces cada vez más siniestro
Mujer, 1925. Oleo sobre lienzo. Edvard Munch.
Gis, desdibujada, oculta, 

mimetizada contigo.

Soy todo lo que odio.



Era luz, altiva y empoderada.

Te dí mis ojos

para que vieses la vida.

Dejé de ver.


Inservibles los cerré.

 En la oscuridad vi mi luz,

 no necesito ojos.



Se acabó el espejismo

Eras y serás, lo que eres. 

Sombra.



Lejos de tu penumbra, 

proyectaré mi luz

sobre los restos de quien fui.



Sin odio, ni nostalgia, 

empezaré con ilusión,

el libro en blanco de mi futuro.